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Emprende, no te pares y elige tu futuro

Hace unas semanas participe en un foro para estudiantes, con una pequeña charla titulada “Cómo eliminar barreras en tu proyecto emprendedor”. Cuando estaba preparándola me acordé de un vídeo que había visto antes http://www.youtube.com y que pensé que definía muy bien algunos de los problemas con los que se encuentran los emprendedores:

 

  • Los primeros dos años son complicados… Estaba asustado…
  • Con 22 años, recién salido de la universidad, llevas a tu espalda muchas ganas y grandes cantidades de ignorancia.
  • Nadie nos avaló, nadie nos dio una subvención, no teníamos activos, nuestro único activo era nuestro proyecto.
  • Mis padres tuvieron que hipotecar su casa, tuvimos los dos primeros años horribles.
  • No conoces nada, ni los precios, ni los canales de distribución…

De los comentarios anteriores podemos extraer que existen numerosas barreras:

  • El desconocimiento (es la primera vez que emprendes, la primera vez que te enfrentas a un cliente, a la negociación con un proveedor, y a la gestión de tu negocio).
  • La ausencia de financiación, que es casi siempre necesaria, y en los últimos años está siendo muy difícil de obtener.
  • La burocracia, que no se menciona en el vídeo, pero es evidente la simplificación de los trámites es una de las principales reivindicaciones del colectivo emprendedor.
  • En el caso del auditorio que me escuchaba, además, la juventud, que suele suponer también un obstáculo porque al ser joven es más difícil convencer a alguien de que puedes hacer las cosas bien.
  • También se encuentran trabas familiares, o la propia sociedad, en esta cultura tan poco propicia al emprendimiento que tenemos.
  • En muchas ocasiones el emprendedor no lo tiene fácil, porque su propia familia le dice que está loco, que se dedique a algo más seguro, que ser emprendedor es arriesgado…

Frente a estas barreras se nos puede ir allanando más o menos el camino: El gobierno puede introducir medidas, de hecho, el pasado día 23 de febrero se aprobó un Real Decreto- ley de apoyo al emprendimiento, en el que los más beneficiados son los emprendedores menores de 30 años).

Se ha establecido una tarifa plana de 50 euros durante los 6 primeros meses de cotización a la Seguridad Social para los menores de 30 años, que se acompaña de una serie de bonificaciones que duran hasta los 2 años y medio de actividad. Se permite la capitalización de hasta el 100% del importe del desempleo para la constitución de una sociedad mercantil también para estos jóvenes emprendedores. Se permite compatibilizar el cobro de la prestación por desempleo con el ejercicio de una actividad como autónomo… entre otras medidas que ya mencioné en el post anterior. Son medidas, todas ellas, muy positivas, pero no suficientes.

Existen además instituciones, como la Cámara de Comercio, y concretamente la Ventanilla Única Empresarial, donde trabajo, en las que tratamos de ayudar a las personas emprendedoras, para que les resulte más sencillo constituir una empresa. Les asesoramos desde la fase inicial, y, si quieren, llevamos a cabo todos los trámites de puesta en marcha de la empresa en su nombre (acudimos al Ayuntamiento, a la Seguridad Social, les ayudamos a preparar los estatutos para la notaría, obtenemos el CIF en Hacienda, o vamos a la inspección de trabajo para sellar el libro de visitas, entre otros).

Pero como os decía, esta simplificación en los trámites, estas bonificaciones para la puesta en marcha, son sólo elementos que nos pueden ayudar, pero aunque muy necesarios, no son suficientes.

Como nos cuenta el vídeo a través de un montón de testimonios de emprendedores y empresarios, creo que la clave está en las ganas, en el entusiasmo que le ponga el propio emprendedor. Su pasión y su confianza en su proyecto le van a hacer superar los obstáculos con los que pueda encontrarse a la hora de poner en marcha su proyecto empresarial.

Aunque tampoco debemos hacerlo sin pensar, es importante que realicemos un adecuado plan de negocio, un plan estratégico que nos ayude a definir cuál es nuestro marco de actuación, quiénes serán nuestros clientes, quiénes nuestros competidores, cuáles serán nuestros costes principales. Debemos ser muy conscientes de cuál es nuestra situación de partida y cuál es nuestro objetivo, para definir una estrategia que nos ayude a alcanzar la meta que hemos fijado.

Pero para ello, me reafirmo en lo anterior, tiene que ser el propio emprendedor el que elimine las barreras a su proyecto emprendedor, el que “no se pare, y elija su futuro, tal como dice la iniciativa europea que nos llevó al Salón Internacional del Estudiante, gracias a la Secretaría de Estado para la Unión Europea y a la Comisión y el Parlamento Europeos, http://www.nomeparo.eu/.

Movámonos, no dejemos que sea el destino el que elija nuestro futuro, vamos a tomar la iniciativa, a dar un paso al frente y a eliminar las barreras a nuestro proyecto emprendedor para ponerlo en marcha.

Una emprendedora me dijo hace unos días “Quiero emprender porque quiero ser dueña de mi tiempo, de mi trabajo y de mi futuro”. Y con esa frase me quedo, si tenéis una idea empresarial y creéis en ella, dadle forma, trabajadla, y adelante, no os paréis, elegid vuestro futuro.